Y CONTINUANDO CON LOS TEXTOS EXPOSITIVOS…
Escrito por administrador webmaster,
viernes 30 de mayo de 2014 , 10:29 hs
Y CONTINUANDO CON LOS TEXTOS EXPOSITIVOS…
y teniendo en cuenta el grave problema con que nos encontramos continuamente en las aulas debido a este chisme, he aquí el
DECÁLOGO DEL USO DEL TELÉFONO MÓVIL
Por Víctor Pérez Abad (P.C.P.I. B)
El teléfono móvil forma parte ya de nuestra vida. Debemos hacer un uso adecuado de este aparato. También debemos seguir unas reglas de buena educación que resultan imprescindibles a la hora de relacionarnos en la sociedad.
- El teléfono móvil se debe utilizar únicamente cuando sea necesario. Consejo: si nos encontramos a dos metros, evitad hablarme por Whatsapp, gracias.
- Debe estar desconectado en lugares públicos, como por ejemplo en clase (ejem).
- No hay que esperar a que suene para desconectarlo, ya que hombre precavido vale por dos.
- La melodía del móvil debe ser discreta (el último tema de Bisbal o Justin Bieber no son discretos). Su volumen debe ser el adecuado para que pueda ser oído por su propietario, sin que sea necesario que se oiga a dos manzanas.
- Cuando uno mantiene una conversación por el móvil debe tratar, en la medida de lo posible, retirarse a un lugar apartado. A nadie le interesa escuchar una conversación ajena.
- Si en un desayuno, un almuerzo, una comida, un tentempié, una merienda, un picoteo o una cena uno recibe una llamada, tratad de que la conversación sea breve. Lo que no se puede hacer es estar diez minutos hablando mientras el resto de los presentes estamos esperando y queremos comer.
- No se deben mantener conversaciones acaloradas, ni amorosas ni de temas confidenciales en público. Los gritos, peleas o palabras mimosas los dejamos para la intimidad.
- Debemos prestar atención al uso que hacen los más pequeños de este aparato y enseñarles a tener buenas costumbres en su utilización, cosa que no hicieron conmigo, para que de mayores no abusen de él.
- Y por último, no contestéis el Whatsapp en los semáforos, gracias. A este paso se me quemará la bocina de tanto pitaros.
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